domingo, 2 de julio de 2017
¿De verdad podemos ‘acercarnos a Dios’?
¿CÓMO se sentiría si el Creador del cielo y de la Tierra dijera que usted es su amigo? Muchas personas consideran poco probable tal posibilidad. Al fin y al cabo, ¿cómo va a entablar amistad con Jehová un simple ser humano? Sin embargo, la Biblia nos asegura que dicha relación es viable.
2 El patriarca Abrahán fue uno de los personajes de la antigüedad que disfrutaron de intimidad con el Altísimo, pues este lo llamó “mi amigo” (Isaías 41:8). En efecto, Jehová lo consideraba un amigo entrañable. Le concedió gozar de tan estrecha relación porque “puso fe en [él]” (Santiago 2:23). En la actualidad, Jehová también busca oportunidades de ‘apegarse’ a quienes le sirven por amor (Deuteronomio 10:15). En su Palabra encontramos una exhortación que encierra tanto una invitación como una promesa: “Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes” (Santiago 4:8).
3 Jehová nos invita a acercarnos a él, dado que está dispuesto a aceptarnos. Al mismo tiempo, promete que si damos los pasos necesarios para aproximarnos a él, actuará en correspondencia y se acercará a nosotros. De esta forma obtendremos algo sumamente valioso: “la intimidad con Jehová” (Salmo 25:14). El término hebreo traducido por “intimidad” transmite la idea de conversación confidencial entre dos buenos amigos.
4 ¿Tiene usted algún amigo que goce de su total confianza? Si así es, debe de ser una persona que se la ha ganado preocupándose por usted y demostrándole fidelidad. Aumentan las alegrías cuando las comparte con ella, y disminuyen las penas cuando se beneficia de su comprensión. Es alguien que lo entiende, aunque nadie más lo haga. De igual modo, cuando nos acercamos a Dios, llegamos a tener un Amigo especial que nos aprecia de verdad, se interesa profundamente por nosotros y nos comprende a la perfección (Salmo 103:14; 1 Pedro 5:7). Le confiamos nuestros sentimientos más recónditos porque sabemos que es leal con quienes le son leales (Salmo 18:25). Ahora bien, esta privilegiada intimidad la podemos lograr tan solo porque Jehová lo ha hecho posible.
Jehová ha abierto el camino
5 Puesto que todos pecamos, nunca podríamos acercarnos al Creador por nuestra cuenta (Salmo 5:4). “Pero Dios recomienda su propio amor a nosotros en que, mientras todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros”, escribió el apóstol Pablo (Romanos 5:8). En efecto, Jehová dispuso que Jesús ‘diera su alma en rescate en cambio por muchos’ (Mateo 20:28). La fe en su sacrificio redentor nos permite ser amigos del Altísimo. Dado que él “nos amó primero”, colocó el fundamento necesario para que gozáramos de su amistad (1 Juan 4:19).
6 Jehová ha dado un paso más: nos ha manifestado su modo de ser. La amistad íntima implica saber bien cómo es la persona y apreciarla por sus virtudes y forma de actuar. Por tanto, si Dios fuera un Ser misterioso que escapara a todo conocimiento, jamás podríamos acercarnos a él. Pero en vez de ocultarse, desea que lo conozcamos (Isaías 45:19). Es más, sus revelaciones sobre sí mismo están al alcance de todos, hasta de quienes son considerados insignificantes por el mundo (Mateo 11:25).
7 ¿De qué maneras se nos revela Jehová? En sus obras creativas resultan patentes algunos rasgos de su personalidad, como su enorme poder, profunda sabiduría e inmenso amor (Romanos 1:20). Sin embargo, él no solo aporta información sobre sí mismo mediante la creación. El Gran Comunicador también manifiesta cómo es en su Palabra escrita, la Biblia.
Contemplemos “la agradabilidad de Jehová”
8 La propia Biblia es una prueba del cariño que nos profesa Jehová. Al revelarse en las Escrituras con términos que nos resultan comprensibles, demuestra que nos ama y desea que lo conozcamos y queramos. Este valiosísimo libro nos permite contemplar “la agradabilidad de Jehová” y nos mueve a acercarnos a él (Salmo 90:17). Será reconfortante analizar varias formas en las que Dios se da a conocer en su Palabra.
9 Las Escrituras suelen hacer mención directa de las cualidades divinas. He aquí algunos ejemplos. “Jehová es amador de la justicia.” (Salmo 37:28.) Es “sublime en poder” (Job 37:23). “‘Soy leal’, es la expresión de Jehová.” (Jeremías 3:12.) “Es sabio de corazón.” (Job 9:4.) Es “un Dios misericordioso y benévolo, tardo para la cólera y abundante en bondad amorosa y verdad” (Éxodo 34:6). “Tú, oh Jehová, eres bueno y estás listo para perdonar.” (Salmo 86:5.) Y como indicó el capítulo anterior, se destaca por un atributo: “Dios es amor” (1 Juan 4:8). Al meditar en características tan hermosas, ¿no le atrae este incomparable Dios?
10 Además de indicarnos sus cualidades, Jehová tuvo la benevolencia de referir en su Palabra algunas acciones suyas que las manifiestan. Dichos relatos nos ofrecen una imagen vívida de los distintos aspectos de su personalidad, lo que a su vez nos ayuda a acercarnos a él. Veamos un ejemplo.
11 No es lo mismo leer la declaración de que Dios es “vigoroso en poder” que leer acerca del modo como salvó a los israelitas en el mar Rojo y los cuidó durante cuarenta años en el desierto (Isaías 40:26). Gracias a esta historia visualizamos la división del agitado mar y a la entera nación —tal vez tres millones de almas— cruzando por el lecho seco entre dos enormes muros de agua inmóvil (Éxodo 14:21; 15:8). Vemos pruebas de que Jehová cuidó y protegió a su pueblo en el desierto, pues, por ejemplo, hizo que fluyera agua de un peñasco y le proporcionó un alimento, semejante a semillas blancas, que aparecía en el suelo (Éxodo 16:31; Números 20:11). Este relato no solo demuestra que el Altísimo tiene poder, sino que lo utiliza a favor de su pueblo. ¿Verdad que nos tranquiliza saber que oramos a un Dios poderoso que “es para nosotros refugio y fuerza, una ayuda que puede hallarse prontamente durante angustias”? (Salmo 46:1.)
12 Jehová, que es un espíritu, ha hecho aún más para ayudarnos a conocerlo. Puesto que los seres humanos solo podemos observar las realidades visibles, somos incapaces de ver el mundo espiritual. El que Dios nos hubiese descrito su naturaleza con expresiones propias de dicho mundo habría sido como tratar de explicar a un ciego de nacimiento de qué color tenemos los ojos o cuál es la forma de nuestros lunares. Por ello, nos ayuda bondadosamente a “verlo” usando términos que nos resulten comprensibles. A veces se vale de metáforas y símiles en los que se asemeja a cosas que conocemos bien, e incluso llega a describirse como si tuviera rasgos humanos.
13 Fijémonos en la descripción de Jehová que ofrece Isaías 40:11: “Como pastor pastoreará su propio hato. Con su brazo juntará los corderos; y en su seno los llevará”. Este pasaje lo compara a un pastor que recoge a los corderos con “su brazo”, imagen que denota su capacidad para proteger y cuidar a sus siervos, hasta a los más vulnerables. Nos sentimos seguros entre sus fuertes brazos, pues sabemos que si le somos leales, nunca nos abandonará (Romanos 8:38, 39). El Gran Pastor lleva a los corderos “en su seno”, es decir, en el pliegue de la parte superior de la vestidura, donde a veces se cargaban los corderos recién nacidos. De este modo se nos asegura que Jehová nos aprecia y cuida con ternura, lo que infunde en nosotros el deseo natural de estrechar los vínculos con él.
‘El Hijo está dispuesto a revelarlo’
14 En su Palabra, Jehová revela los aspectos más recónditos de su personalidad mediante su amado Hijo, Jesús. Nadie más podía dar un reflejo tan fiel de sus pensamientos y sentimientos, ni describirlo con tanta viveza. No en vano es su primogénito, por lo que estuvo a su lado antes de la creación de otras criaturas espirituales y del universo físico (Colosenses 1:15). Jesús conocía íntimamente al Altísimo. Por ello pudo decir: “Nadie conoce quién es el Hijo sino el Padre; y nadie conoce quién es el Padre sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo esté dispuesto a revelarlo” (Lucas 10:22). Durante su existencia humana en la Tierra reveló cómo es su Padre de dos importantes maneras.
15 Primero, Jesús nos ayuda a conocer al Padre por medio de sus enseñanzas. Habló de Jehová de un modo que nos toca el corazón. Así, para explicar que es misericordioso y acoge a los pecadores arrepentidos, lo asemejó a un padre perdonador que, conmovido al ver regresar al hijo pródigo, corre a su encuentro, se abraza a su cuello y lo besa tiernamente (Lucas 15:11-24). Jesús también enseñó que Jehová ‘atrae’ a las personas de corazón recto porque ama a cada una de ellas (Juan 6:44). Indicó que sabe incluso cuándo cae a tierra un gorrioncillo. “No tengan temor —dijo Jesús—: ustedes valen más que muchos gorriones.” (Mateo 10:29, 31.) ¿Cómo no va a atraernos un Dios tan bondadoso?
16 Segundo, Jesús nos ayuda a conocer a Jehová por medio de su ejemplo, pues fue un reflejo tan fiel del Altísimo que pudo decir: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre también” (Juan 14:9). Por consiguiente, cuando leemos en los Evangelios acerca de Cristo —sus sentimientos y el trato que daba a los demás—, observamos, en cierto modo, el vivo retrato de su Padre. Jehová no pudo revelar sus cualidades de manera más clara. ¿Por qué?
17 Para ilustrarlo, imaginémonos que hemos de explicar qué es la bondad. Podemos definirla con palabras; pero si nos referimos al acto bondadoso de alguna persona y lo mostramos como dechado de tal virtud, el término cobra mayor significado y es más fácil de comprender. Algo parecido es lo que ha hecho Jehová para ayudarnos a entender cómo es él. Además de describirse con palabras, nos ha proporcionado el vivo ejemplo de su Hijo, cuyo modo de actuar evidenció las cualidades divinas. Es como si a través de los relatos evangélicos que hablan de Jesús, Dios nos dijera: “Así soy yo”. Ahora bien, según las Escrituras inspiradas, ¿qué cualidades manifestó Jesús cuando estuvo en la Tierra?
18 Hallamos en Cristo una hermosa expresión de los cuatro atributos principales de Dios. Tenía poder sobre la enfermedad, el hambre e incluso la muerte; pero, a diferencia de los hombres egoístas que abusan del poder, nunca utilizó sus facultades milagrosas en beneficio propio o para hacer daño (Mateo 4:2-4). Amaba la justicia, por lo que se llenó de recta indignación al ver a los abusivos mercaderes lucrarse con la gente (Mateo 21:12, 13). Trató con imparcialidad a pobres y oprimidos, y los ayudó a ‘hallar refrigerio para sus almas’ (Mateo 11:4, 5, 28-30). Jesús —quien era “más que Salomón”— manifestó en su doctrina una sabiduría incomparable, aunque nunca alardeó de ello (Mateo 12:42). Sus enseñanzas eran claras, sencillas y prácticas, y por eso llegaban al corazón de la gente común.
19 Jesús fue un ejemplo sublime de amor. Durante su ministerio demostró esta cualidad en sus múltiples facetas, tales como la empatía y la misericordia. No podía presenciar el sufrimiento sin apiadarse, lo que lo llevaba a actuar vez tras vez (Mateo 14:14). Aunque curó a los enfermos y alimentó a los hambrientos, expresó su compasión de una forma mucho más decisiva: ayudando al prójimo a conocer, aceptar y amar la verdad acerca del Reino de Dios, el gobierno que traerá bendiciones permanentes a la humanidad (Marcos 6:34; Lucas 4:43). No obstante, su mayor muestra de amor altruista fue la entrega voluntaria de su alma a favor de otras personas (Juan 15:13).
20 ¿No es natural que este hombre tierno, afectuoso y de intensos sentimientos atrajera a gente de todas las edades y antecedentes? (Marcos 10:13-16.) Pues bien, cuando leamos y meditemos sobre el ejemplo vivo de Jesús, tengamos siempre presente que el Hijo es el claro reflejo de su Padre (Hebreos 1:3).
Un libro de texto que nos ayuda
21 Al revelarse tan claramente en su Palabra, Jehová manifiesta su deseo de que nos acerquemos a él. Al mismo tiempo, no nos obliga a obtener su aprobación y entablar una relación con él. Es responsabilidad nuestra buscarlo “mientras pueda ser hallado”, lo que implica aprender su forma de ser y actuar, dada a conocer mediante la Biblia (Isaías 55:6). La finalidad del libro de texto que tiene en sus manos es ayudarle a lograr tal objetivo.
22 Observaremos que este manual se divide en secciones que corresponden a los cuatro atributos cardinales de Jehová: poder, justicia, sabiduría y amor. Todas las secciones comienzan con una exposición general de la cualidad de que tratan, y los capítulos siguientes analizan cómo manifiesta él las diversas facetas de dicha cualidad. Cada una de las cuatro secciones contiene un capítulo que explica cómo ejemplificó Jesús el atributo en cuestión y otro que nos enseña a reflejarlo en nuestra vida.
23 A partir de este capítulo, hay un recuadro especial titulado “Preguntas para meditar”. Tomemos como ejemplo el de la página 24. Los textos bíblicos y las preguntas no tienen la finalidad de repasar el capítulo, sino de hacernos reflexionar en otros aspectos importantes relacionados con el tema. ¿Cómo podemos sacar provecho de este recuadro? Busquemos los textos y leámoslos atentamente. A continuación, leamos las preguntas y pensemos cómo responderlas. Podemos realizar algo de investigación. Planteémonos: “¿Qué me enseña esta información acerca de Jehová?, ¿cómo debe influir en mi vida? y ¿cómo puedo utilizarla para ayudar a otras personas?”.
24 Este examen nos ayudará a acercarnos cada vez más a Jehová. ¿Por qué? La Biblia relaciona la meditación con el corazón (Salmo 19:14). Cuando reflexionamos con gratitud en lo que aprendemos sobre Dios, dicho conocimiento se graba poco a poco en nuestro corazón figurado, de manera que influye en nuestro modo de pensar y sentir y, en último término, nos incita a actuar. El amor que le tenemos se profundiza, lo que nos lleva a verlo como nuestro mejor Amigo y, por tanto, a desear agradarle (1 Juan 5:3). A fin de entablar una relación así con él, hemos de saber cómo es y cómo actúa. Pero antes analicemos un aspecto de su personalidad que nos proporciona una razón convincente para acercarnos a él: su santidad.
[Notas]
Cabe señalar que la misma palabra que se traduce “intimidad” aparece en Amós 3:7, donde dice que el Señor Soberano Jehová revela su “asunto confidencial” a sus siervos, a quienes comunica de antemano sus propósitos.
Por ejemplo, la Biblia lo presenta como si tuviera rostro, ojos, oídos, nariz, boca, brazos y pies (Salmo 18:15; 27:8; 44:3; Isaías 60:13; Mateo 4:4; 1 Pedro 3:12). Tales expresiones son figurativas y por tanto no hemos de entenderlas al pie de la letra, igual que no interpretamos de forma literal que Jehová sea “la Roca” o un “escudo” (Deuteronomio 32:4; Salmo 84:11).
Preguntas para meditar
Salmo 15:1-5 ¿Qué espera Jehová de quienes desean ser sus amigos?
Salmo 34:1-18 ¿De quiénes está cerca Jehová, y qué confianza pueden cifrar estos en él?
Salmo 145:18-21 ¿Qué actividad nos acercará a Jehová?
2 Corintios 6:14–7:1 ¿Qué conducta es esencial para mantener una estrecha relación con Jehová?
[Preguntas del estudio]
1, 2. a) ¿Qué idea les parece improbable a muchas personas, pero qué nos garantiza la Biblia? b) ¿De qué estrecha relación se le concedió disfrutar a Abrahán, y por qué?
3. ¿A qué nos invita Jehová, y qué nos promete al respecto?
4. ¿Cómo describiría a un amigo íntimo, y en qué sentido es Jehová así con quienes se acercan a él?
5. ¿Cómo hizo posible Jehová que nos acercáramos a él?
6, 7. a) ¿Cómo sabemos que Jehová no es un Dios misterioso que escape a nuestro conocimiento? b) ¿De qué maneras se revela Jehová?
8. ¿Por qué puede decirse que la Biblia misma da prueba del cariño que nos profesa Jehová?
9. Señale algunos pasajes de las Escrituras que hagan mención directa de las cualidades divinas.
10, 11. a) ¿Qué ha incluido Jehová en su Palabra para ayudarnos a conocer mejor su personalidad? b) ¿Qué historia bíblica nos permite visualizar el poder de Dios en acción?
12. ¿Cómo nos ayuda Jehová a “verlo” utilizando términos que nos resulten comprensibles?
13. ¿Qué imagen de Jehová da Isaías 40:11, y qué sentimientos nos infunde esta?
14. ¿Por qué puede decirse que Jehová revela los aspectos más recónditos de su personalidad mediante Jesús?
15, 16. ¿De qué dos maneras reveló Jesús a su Padre?
17. Ilustre lo que ha hecho Jehová para ayudarnos a conocerlo.
18. ¿Cómo manifestó Jesús el poder, la justicia y la sabiduría divinas?
19, 20. a) ¿Por qué puede decirse que Jesús fue un ejemplo sublime de amor? b) ¿Qué debemos tener presente cuando leemos acerca de Jesús?
21, 22. ¿Qué implica buscar a Jehová, y cómo nos ayuda este libro a hacerlo?
23, 24. a) Explique la finalidad del recuadro especial “Preguntas para meditar”. b) ¿Cómo nos ayuda la meditación a acercarnos cada vez más a Dios?
[Ilustración de la página 19]
La Biblia nos ayuda a acercarnos a Jehová
[Ilustraciones de la página 21]
Jehová se ha revelado mediante sus creaciones y su Palabra escrita
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